MIAMI.- La hostil campaña de Donald Trump que lo volvió a catapultar a la Casa Blanca estuvo marcada por sus ansias de revancha, apuntada contra los “enemigos internos”, a los que nunca les perdonó lo que él considera el “robo electoral” en 2020 y la presunta “persecución judicial” de la actual administración. Envalentonado y fortalecido por una victoria de proporciones imprevistas, en su discurso triunfal de anoche advirtió: “Gobernaré con un lema simple: promesas hechas, promesas cumplidas”. La gran pregunta es: ¿podrá con todas ellas?